Construyamos 2023 con palabras positivas. Entretanto, ¡Felices Fiestas!

Es frecuente que, al terminar el año, las diferentes academias de las lenguas realicen un estudio para conocer cuáles han sido las palabras del año, aquellas que resumen brevemente lo que nos ha dejado el ejercicio que se extingue.

Sin estudio previo de ningún tipo y, por lo tanto, carente de cualquier pretensión de rigor, me vienen a la cabeza términos como incerteza, guerra, crisis, energía, covid, gas, impuestos… Pero quienes me conocen, saben que tengo un carácter positivo y que me gusta buscar la parte buena en todas las situaciones, por lo que prefiero inclinarme hacia términos como fortaleza, normalidad, esperanza, solidaridad o futuro.

Nos encontramos ahora ante el abismo de un nuevo año para el que, visto lo visto, resulta muy arriesgado hacer pronósticos. Es una hoja en blanco que iremos escribiendo entre todos al ritmo vertiginoso al que ya nos hemos acostumbrado, lo que me lleva a pensar que la palabra “cambio” va a tener un hueco seguro en 2023. Estamos en una era de cambios permanentes y, en ocasiones, impredecibles. Vamos a tratar, cada uno en su parcela, de que esas mudanzas que sin duda van a suceder, sean para bien y sirvan para que palabras como tranquilidad, recuperación, confianza o paz se asienten y acaben definiendo este año que estamos a punto de estrenar.

Así pues, quedan expuestos nuestros deseos para 2023 que queremos compartir con vosotros a través de una bonita postal de Unicef, como lo venimos haciendo durante los últimos años.

¡Feliz Navidad!